Por hacktivismo (un acrónimo de hacker y activismo) se entiende normalmente "la utilización no-violenta de herramientas digitales ilegales o legalmente ambiguas persiguiendo fines políticos. Estas herramientas incluyen desfiguraciones de webs, redirecciones, ataques de denegación de servicio, robo de información, parodias, sustituciones virtuales, sabotajes virtuales y desarrollo de software".[1] A menudo se entiende por la escritura de código para promover una ideología política, generalmente promoviendo políticas tales como la libertad de expresión, derechos humanos y la ética de la información. Los actos de hacktivismo son llevados a cabo bajo la creencia de que la utilización del código tendrá efectos de palanca similares al activismo regular o la desobediencia civil. Se basa en la idea de que muy poca gente puede escribir código, pero el código afecta a mucha gente.
El término fue acuñado por el crítico cultural y autor Jason Sack en un artículo sobre el artista de medios Shi Lea Cheang y publicado en InfoNation en 1995.
Las actividades hacktivistas se extienden a variados ideas y causas políticas. Freenet es un ejemplo claro de traducción de un pensamiento político (todos deberían tener derecho de hablar) en código. El hacktivismo es una rama de Cult of the dead cow, sus opiniones incluyen acceso a información como un derecho humano básico. La red libre de programadores, artistas y militantes radicales 1984 network liberty alliance de Gregoire Seither está más concienciada con cuestiones de libertad de expresión, vigilancia y privacidad en una era de creciente vigilancia tecnológica, de utilización de propaganda a gran escala y de control de la mentalidad por parte de gobiernos y corporaciones (donde es llamada publicidad).
El término hacktivismo es controvertido. Algunos afirman que se acuñó para describir cómo las acciones directas electrónicas podían usarse en favor del cambio social al combinar la programación con el pensamiento crítico. Otros utilizan el término como sinónimo de actos maliciosos y destructivos que vulneran la seguridad de Internet como una plataforma tecnológica, económica y política.
Esencialmente la controversia refleja dos corrientes filosóficas divergentes dentro del movimiento hacktivista. Una corriente considera que los ataques cibernéticos maliciosos son una forma aceptable de acción directa. La otra corriente considera que toda protesta debe ser pacífica y sin violencia
0 comentarios:
Publicar un comentario